MEsa del Pellet en Expobiomasa 2025

EL SECTOR DEL PELLET PIDE ESTABILIDAD PARA CONSOLIDAR SU RECUPERACIÓN

La mesa redonda sobre el mercado del pellet celebrada en Expobiomasa 2025 reunió a representantes de asociaciones que aglutinan a empresas y entidades de toda la cadena de valor de la biomasa en los ámbitos nacional y europeo para analizar un año marcado por la normalización del consumo, la estabilización de precios y una demanda aún condicionada por la incertidumbre normativa.

Tras el desajuste provocado por la crisis energética de 2022 y dos inviernos inusualmente suaves, el mercado del pellet en España ha empezado a recuperar el equilibrio. Así lo expresaron los participantes en la mesa redonda celebrada durante Expobiomasa, quienes coincidieron en señalar que 2024 ha sido un año de transición, con mejores datos de consumo, menor producción y reducción de stocks acumulados.

Pablo Rodero, presidente del Consejo Europeo del Pellet (EPC) y responsable de certificación en AVEBIOM, explicó que en 2024 la producción nacional de pellet fue un 15% inferior a la de 2023, situándose en torno a las 630.000 toneladas. “Ha habido un consumo mejor que los dos años anteriores gracias a un invierno largo y húmedo. Eso ha permitido vaciar stocks, aunque las fábricas han tenido que ajustar mucho la producción”, señaló Rodero.

David Pizá, representante del Clúster Biomasa de Cataluña y gerente de Enerbio, añadió que “los fabricantes hemos tenido que vender a precios de coste para poder mover el sobrestock”. El canal exportador, especialmente hacia Francia, ha sido fundamental para aliviar la presión. “Polonia ha reducido sus exportaciones y eso ha abierto oportunidades en el norte de Francia para el pellet español”, explicó.

Francisco Álvarez, presidente del Clúster Biomasa de Galicia, valoró positivamente los resultados del invierno, aunque reconoció tensiones en los costes: “La materia prima está subiendo, especialmente por plagas que afectan al pino y que están encareciendo el abastecimiento. A pesar de todo, el mercado ha respondido bien y cerramos la campaña con cierto optimismo”.

Roberto Bravo, presidente de Apropellets, remarcó que tras el colapso de 2022 “hemos vivido un proceso de regularización necesario. Este invierno ha sido normal, y eso, en nuestro sector, ya es una buena noticia”. Insistió en que “el pellet es una solución que aporta previsibilidad, estabilidad y sostenibilidad”, y pidió que se reconozca su papel estratégico en la calefacción.

Manolis Karampinis, director general del European Pellet Council, contextualizó la situación, común en toda Europa: “Durante la crisis de 2022 se compraron pellets sin necesidad real, lo que generó un exceso de stock (en las viviendas) que hemos tardado dos años en absorber. Ahora volvemos a un mercado más sano, donde el consumo responde al clima y no al pánico”.

Uno de los temas centrales del debate fue la falta de apoyo institucional. “Lo que pedimos no son grandes subvenciones, sino que no se pongan trabas”, subrayó Rodero. “La burocracia para acceder a ayudas es tan compleja que desincentiva al usuario final”. En la misma línea, Francisco Álvarez reclamó medidas claras: “Un IVA reducido al 10%, reconocimiento de la biomasa en los certificados de ahorro energético y una campaña pública de puesta en valor de las instalaciones serían pasos clave”.

Varios ponentes alertaron sobre los efectos negativos de la desinformación. “Alguien lanza que se van a prohibir las calderas o las estufas y, aunque sea falso, el mercado se congela”, lamentó Pablo Rodero, en referencia a lo ocurrido en Francia, donde la propuesta de revisión de la norma Ecodiseño generó una gran confusión: algunos medios anunciaron erróneamente que se iba a prohibir la calefacción con biomasa, lo que provocó una caída en las ventas. En realidad, la normativa endurece los requisitos de emisiones a los nuevos equipos a partir de 2027 y no impone ninguna restricción al uso de los existentes. “Necesitamos combatir esta desinformación con mensajes claros y realistas”.

Respecto al papel del pellet en la transición energética, Karampinis fue tajante: “La electrificación total no es viable. El pellet es una solución local, gestionable y perfectamente complementaria. Austria, que ha apoyado decididamente esta tecnología, ha multiplicado por 2,5 sus instalaciones en un año”.

La mesa redonda también abordó la caída en la venta de estufas en España. Francisco Álvarez lo explicó con una comparación llamativa: “En 2022, todos pintamos la casa. Ahora no toca volver a pintar. Hubo un anticipo de demanda brutal, y además el usuario está desorientado por la falta de información fiable”.

En cuanto a cifras, se estima que en España hay unas 540.000 estufas de pellet instaladas y que el consumo doméstico ronda las 850.000 toneladas anuales. El pellet continúa siendo una de las fuentes de calor más competitivas en términos de coste, con un precio medio de unos 7 céntimos por kWh, muy por debajo del gasóleo, el gas natural y, por supuesto, la electricidad.

La conclusión fue clara y compartida: si se quiere consolidar un modelo de calefacción sostenible y local, el pellet necesita estabilidad normativa, compromiso institucional y un discurso claro hacia el consumidor.

España no tiene gas ni petróleo, pero tiene madera”, recordó Roberto Bravo. “O la aprovechamos de forma ordenada o terminará ardiendo. Es una cuestión de sentido común”.

En definitiva, entre las propuestas más relevantes para consolidar el papel de la biomasa en la descarbonización de la calefacción residencial, el sector plantea aplicar un IVA reducido del 10% para los biocombustibles sólidos, reconocer la biomasa como tecnología estándar en los Certificados de Ahorro Energético (CAE) y dar visibilidad a las numerosas instalaciones públicas que ya funcionan con biomasa.

También abogan por una fiscalidad justa que no bonifique los combustibles fósiles, la aplicación estricta de las normativas de emisiones a todos los sistemas, incluidos los antiguos de gas y gasóleo, y medidas activas para combatir la desinformación que sigue generando dudas infundadas sobre el futuro de la biomasa en la calefacción.