La bioenergía es ya una solución madura, rentable y disponible para la industria, pero su despliegue sigue condicionado por la lentitud administrativa y la falta de señales claras por parte de las administraciones públicas. Esta fue una de las principales conclusiones de la mesa redonda celebrada en las jornadas técnicas de Expobiomasa 2025, organizada por AVEBIOM.
Durante la sesión, representantes de seis empresas con amplia experiencia en la implantación de soluciones bioenergéticas en procesos industriales coincidieron en señalar que la estabilidad de precios, la disponibilidad de recurso local y la capacidad de operar de forma continua 24/7 convierten a la biomasa en una opción plenamente viable para sectores como el agroalimentario, el papelero o el químico.
¿Qué necesita la industria para apostar por la bioenergía?
José Luis Romero (Bioenergy Ibérica) inició la mesa con esta reflexión: si la bioenergía permite acceder a energía térmica local, renovable y con precios predecibles a largo plazo, ¿por qué las pymes industriales siguen sin dar el paso? Recordó que el coste energético, que apenas se tenía en cuenta hace veinte años, se ha convertido hoy en uno de los principales factores que condicionan la cuenta de resultados. Con un modelo tecnológico maduro, contratos estables y un recurso disponible en el territorio, la bioenergía reúne todos los ingredientes para mejorar la competitividad industrial. “Lo tenemos todo. Lo que no entiendo es por qué vamos tan despacio”, concluyó.
Roger Martí (Magnon Green Energy) advirtió que las expectativas generadas por los programas de ayudas públicas pueden estar generando el efecto contrario al deseado. Aunque los proyectos con biomasa son rentables por sí solos, la posibilidad de acceder a un PERTE o a fondos europeos lleva a muchas industrias a retrasar su decisión de inversión a la espera de una convocatoria, lo que ralentiza el despliegue de soluciones ya viables.
David Sola (Ríos Renovables) resumió las principales demandas del sector al ámbito público: simplificación y agilidad administrativa, procedimientos unificados entre comunidades autónomas, ayudas claras y previsibles, y acceso a financiación adaptada. Subrayó que, si se quiere que la bioenergía sea una opción real para las pymes, es imprescindible reducir barreras y facilitar la tramitación, especialmente en proyectos de pequeña y mediana escala.
También reclamó mayor formación y recursos para los ayuntamientos, que en muchos casos no disponen de personal ni medios suficientes para gestionar con agilidad este tipo de iniciativas.
Recurso disponible, proyectos viables
Un factor que genera dudas es la disponibilidad futura de biomasa. Ignacio Flores (ENGIE España) fue claro al afirmar que en España hay recurso suficiente y que no ve razón para temer una escasez que dispare los precios. De hecho, activar su movilización beneficiaría a toda la cadena de valor forestal y agrícola.
Elías Hernández (ENSO) y Martí coincidieron en que existen millones de toneladas de biomasa disponibles que no se están aprovechando y afirmaron que las tecnologías están probadas, los modelos son escalables y las empresas están preparadas para garantizar el suministro energético a la industria con seguridad y continuidad
La cogeneración con biomasa aporta consistencia al sistema eléctrico
Los ponentes coincidieron en destacar que la cogeneración con biomasa puede desempeñar un papel relevante en la estabilidad del sistema eléctrico, algo que ahora está en manos de ciclos combinados e hidráulicas, gracias a su carácter gestionable y síncrono, especialmente en un contexto de elevada penetración de tecnologías no gestionables como la solar y la eólica.
Isidre Alférez (IMARTEC-Veolia) subrayó que la bioenergía contribuye a la descarbonización y a la independencia energética y participa activamente en los servicios de ajuste del sistema, reduciendo costes y reforzando la fiabilidad de la red.
Se valoraron positivamente las nuevas subastas anunciadas por el Ministerio para cogeneración, aunque se considera insuficiente la potencia prevista y se reclama una cuota clara para biomasa frente al gas y una revisión realista de los precios de referencia para garantizar la viabilidad de los proyectos.
Finalmente y en respuesta a una pregunta del público sobre el precio del recurso, Alférez explicó que la biomasa ha mostrado una evolución de precios muy estable a lo largo de las últimas décadas, por debajo del IPC y muy inferior a la volatilidad de los combustibles fósiles. “La industria busca estabilidad, y eso es precisamente lo que ofrece la biomasa”, concluyó.
La mesa redonda estuvo moderada por la divulgadora científica Helena González Burón y contó con la participación de Bioenergy Ibérica, ENGIE, ENSO, IMARTEC – Veolia, Magnon Green Energy y Ríos Renovables. La sesión fue patrocinada por Veolia.




