Durante las jornadas técnicas de Expobiomasa 2025, representantes de administraciones públicas, operadores energéticos y asociaciones sectoriales compartieron datos actualizados, experiencias y propuestas para impulsar la expansión de las redes de calor en España.
La transición energética en España no puede apostarlo todo a la electrificación. Cerca del 50 % de la energía final consumida en nuestro país es térmica, y solo en el ámbito residencial, casi la mitad de esa energía se destina a calefacción y agua caliente sanitaria (ACS), según datos del IDAE. Estos usos representan el principal foco de consumo térmico en viviendas y edificios, por lo que actuar sobre ellos es básico para reducir emisiones y la dependencia de combustibles fósiles.
Las redes de calor con biomasa solucionan el abastecimiento de energía térmica de forma eficiente y asequible para el usuario, utilizando una energía renovable, local y, muy importante, gestionable, siempre disponible. Las redes se pueden implantar tanto en nuevos desarrollos urbanos como en entornos consolidados, y es viable para municipios de cualquier tamaño
Según los últimos datos del censo que elabora periódicamente AVEBIOM, España cuenta en 2024 con 584 redes de calor y frío que utilizan biomasa, con una potencia acumulada que permite abastecer más de 42.000 viviendas en bloque, 1.400 unifamiliares y más de 4.000 edificios. Castilla y León lidera en potencia instalada, seguida de Cataluña en número de redes. Este despliegue se traduce en un ahorro anual de 248.000 toneladas de CO₂, el uso de más de 238.000 toneladas de biomasa y más de 345 kilómetros de canalización térmica.
Las ratios medias que arroja el censo indican que el coste medio de instalación por kW se sitúa en torno a 887 euros, y la densidad de carga térmica media alcanza los 3.000 kWh por metro de red, valores que ayudan a determinar la viabilidad técnica y económica en nuevos emplazamientos.
Casos ejemplares: Valladolid, Cuéllar, San Sebastián y Barcelona
Desde que se inauguró la red municipal de Cuéllar (Segovia), en funcionamiento desde 1999, las redes de calor han evolucionado notablemente en España, dando paso a infraestructuras más complejas y eficientes, que hoy integran sensorización avanzada, circuitos de refrigeración para responder al cambio climático e incluso sistemas híbridos que combinan biomasa con calores residuales o con otras fuentes renovables. La hibridación en Soria, las redes de frío y calor en Baleares o la digitalización aplicada en Ponferrada reflejan bien esta evolución técnica y funcional.
Uno de los modelos más ambiciosos es el de Valladolid, promovido por SOMACYL; una red que ha pasado de abastecer a la universidad en 2015 a incorporar grandes consumidores como el Hospital Clínico y más de 1.000 viviendas y que prevé alcanzar hasta 60.000 viviendas y 250 edificios terciarios, con una inversión de 200 millones de euros.
Obstáculos y claves para su impulso
Las ventajas de estas redes son evidentes: reducción de emisiones, menor dependencia de combustibles importados, dinamización del entorno rural, estabilidad de precios y creación de empleo local. Sin embargo, su desarrollo aún enfrenta retos importantes, como se puso de manifiesto en la mesa redonda celebrada en Expobiomasa:
- Desconocimiento ciudadano: muchos usuarios desconocen cómo funciona una red o qué cambios implica en su vivienda.
- Falta de marco legal específico: el sector reclama una ley sectorial que dé seguridad jurídica y facilite la inversión.
- Ausencia de incentivos fiscales: mientras el gas natural cuenta con IVA reducido y tarifa regulada, las redes de calor no gozan del mismo tratamiento, dificultando su competitividad.
Redes inteligentes y uso de calores residuales
Otro aspecto destacado fue la digitalización. Óscar Cela, del Ayuntamiento de Ponferrada, mostró cómo la sensorización avanzada y el uso de redes IoT permiten monitorizar hasta 60.000 viviendas y optimizar el rendimiento del sistema, mejorando el confort y reduciendo costes. Además, se presentaron ejemplos de hibridación con calores residuales, como el caso de Aranda de Duero, donde parte del suministro se cubre con el excedente térmico de una industria local.
Oportunidad estratégica
La biomasa continúa siendo, hoy por hoy, la base más fiable y madura para impulsar redes de calor en España. Pero su evolución vendrá de la mano de la hibridación tecnológica, la innovación digital y una mayor implicación institucional. Como quedó patente en Expobiomasa 2025, estas infraestructuras son ya una alternativa real para descarbonizar la demanda térmica urbana y rural con recursos locales, creando empleo y fortaleciendo la resiliencia energética de nuestros municipios.
Más ponencias sobre redes de calor y biomasa
Óscar Cela, Ayto Ponferrada. Sensorización avanzada en redes de calor: https://youtu.be/J8Sk-79jT8c
José Manuel Jiménez, JCyL. Avances y oportunidades en redes de calor en España: https://youtu.be/3Atlp1PUr_c
Pablo Pérez, ADHAC. Guía para instalar redes de calor y frío en entidades locales: https://youtu.be/VRUNYe9C8vU
Juan Jesús Ramos, AVEBIOM. Censo de redes de calor con biomasa en España: https://youtu.be/v-nvIMCOD1w
Sergio Lara, SOMACYL. Red de Calor Sostenible de Valladolid: https://youtu.be/e77sOjuXf-M