Ahorro y eficiencia energética

En España la bioenergía moviliza casi 4.000 millones de euros entre generación eléctrica, térmica y biocarburantes para el transporte. Y es, sin duda, la fuente de energía renovable que mejor cumple los postulados de la bioeconomía, implicando a miles de profesionales de diferentes sectores.

Empresas de servicios, financieras, de comunicación, grupos de inversión, empresas públicas, administraciones, asociaciones profesionales y empresariales promueven y participan en multitud de proyectos con el fin de implementar soluciones tanto para consumidores como para profesionales.

Un sector clave para la fijación de empleo, que aprovecha los recursos propios y de cercanía reduciendo la dependencia energética y la importación de petróleo y gas. Las industrias de pellet no se pueden deslocalizar y todas están en pequeños municipios que los llenan de vida.

 

 
Lo hizo en 2016, que es de donde proceden los datos del nuevo informe estadístico elaborado por la patronal europea del sector: Bioenergy Europe, antes Aebiom. El resto de las conclusiones se repiten con respecto a otros años: la bioenergía en su conjunto es la principal fuente de energía renovable en la Unión Europea, domina la generación térmica, se importa solo el cuatro por ciento de los biocombustibles, Alemania lidera la producción de energía primaria y España se mantiene en el octavo puesto.
Javier Díaz, presidente de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa. Es realmente fácil hablar de la economía circular en relación a la biomasa, y es que no creo que haya muchas tecnologías energéticas que cumplan con los postulados de la economía circular, como los hace la biomasa que desde el monte o los campos, o con la valorización de algunos subproductos de la industria agroalimentaria u otras como las forestales, que son utilizadas para producir energía tanto eléctrica como térmica, cumplan perfectamente con estos, dado que después de
Avebiom concede el premio ‘Fomenta la Bioenergía 2018’ al Ceder-Ciemat de Soria. El jurado ha destacado la actividad que desarrolla el centro en el ámbito de la “investigación y el desarrollo de la biomasa para uso energético; un campo en el que lleva 32 años realizando proyectos de investigación para dar servicio a la industria española”.
Mediante la conversión de las previsiones para el consumo energético de Europa en formato de calendario, Bioenergy Europe calcula que Europa se basa en la energía fósil y nuclear para 293 días en el año 2018 (desde el 1 de enero hasta el 20 de octubre). Las Energías Renovables: 72 días (del 20 de octubre al 19 noviembre). Y la #Bioenergía contribuye con la impresionante cifra de 43 días: a partir del 19 de noviembre hasta el 31 de diciembre. Dos días adicionales de energía limpia en comparación con 2017.
La contribución de la primera fuente de energía renovable de Europa es sorprendente. Medio millón de europeos trabajan en el sector de la bioenergía, equivalentes a las cifras de empleo en la industria farmacéutica. La bioenergía ha creado desde el año 2000 miles de empleos y oportunidades económicas: uno de cada dos europeos que trabajan en energías renovables está empleado en el sector.
La biomasa puede cubrir las necesidades energéticas de los 28 Estados miembros desde el 19 de noviembre hasta el final del año: 43 días, dos más que el año pasado. Bioenergy Europe celebra este logro con la segunda edición de su Campaña del Día Europeo de la Bioenergía.
España, muy atrás en comparación con otros países de nuestro entorno, celebrará su propio #bioenergyday el 3 de diciembre, el mismo día que en 2017. En términos generales no ha habido variaciones. Países como Dinamarca, Suecia y Hungría han visto un aumento neto en el consumo de bioenergía de hasta 4 días en comparación con el año pasado. La fecha simbólica del 19 de noviembre se celebra como el "Día Europeo de la Bioenergía".
Los premios QIA es una competición internacional anual de la que forman parte 18 países, cuyo objetivo es impulsar proyectos innovadores en las empresas y organizaciones y reconocer internacionalmente los proyectos más innovadores. Partiendo de una concepción diferente de las dos partes esenciales de una caldera (quemador e intercambiador), la empresa ha podido concebir, desarrollar e implantar con éxito una caldera de biomasa, medioambientalmente respetuosa, con un rendimiento muy superior a las mejores calderas de biomasa existentes en el mercado.
Serra es una de las localidades de la Comunitat Valenciana, con una clara vocación de ser autosuficiente energéticamente. Hace unos años iniciaron un proyecto local de aprovechamiento de la bioenergía. Convierten los residuos de jardinería, agricultura y forestales (procedentes fundamentalmente de trabajos de prevención de incendios) en biocombustible adecuado para usos locales.
El sector de la biomasa sigue su lucha particular para obtener el respaldo del Gobierno a fin de ocupar el lugar que “nos merecemos” en el mix energético nacional y que “no pudimos conseguir con el Gobierno anterior”.
El objetivo de la ayuda es “mejorar la eficiencia energética de los edificios y potenciar el uso sostenible de los montes”. Se ha autorizado un gasto de 897.260 euros, de tramitación anticipada, para financiar la convocatoria de ayudas de 2019 para el cambio de calderas tradicionales por otras que utilicen biomasa forestal. La finalidad es la sustitución de sistemas, instalaciones e infraestructuras de producción de calor a partir de combustibles fósiles por otros que utilicen biomasa forestal (astillas y pellets).
Ya es posible renovar una instalación sin desembolso inicial alguno, a través de una empresa de servicios energéticos. La biomasa se está imponiendo como la solución más eficiente en las grandes poblaciones, donde las viviendas se agrupan en bloques de numerosos vecinos que comparten gastos de comunidad y donde el mayor gasto más frecuente suele ser la calefacción y el agua caliente (ACS). Son centenares las comunidades de vecinos que ya se han pasado a la biomasa por razones de eficiencia, ahorro, facilidades y confort. Actualmente hay dos formas de implementación.