El sector generó en 2017 un negocio de casi 14,7 millones de euros
La provincia de Valladolid contabilizaba a finales del pasado ejercicio un total de 4.393 instalaciones de biomasa de alta eficiencia, frente a las 257 registradas en 2008, según los datos del Observatorio de la Biomasa.
De la cifra total, 3.832 son estufas (45,2 MW), 339 calderas menores a 50kw (11,6 MW) habituales en el uso doméstico; y 222 calderas de tipo industrial o colectivo, igual o mayores de 50kW (126,8 MW).
La energía generada fue de 31,8 kTEP en 2017, frente a 9,7 kTEP de 2009. De este modo, se ha evitado la emisión de 98.446,2 toneladas de CO2 (frente a las 30.125,3 toneladas de 2009), lo que equivale a retirar 65.630 vehículos en la provincia.
Además, la cifra de negocio se estima en 14,67 millones de euros, de los que 8,29 corresponden a biocombustibles; 3,52, a nuevas instalaciones; y 2,85, a mantenimiento.
Una lenta transición
El Ayuntamiento de la capital está inmerso en un proceso de cambio basándose en la auditoria energética realizada en 2010 con motivo del Inventario de Emisiones requerido como uno de los primeros pasos del Pacto de los Alcaldes.
El Ayuntamiento consume principalmente gas natural (22.293,05 MWh) y emite anualmente unas 4.503,20 toneladas de CO2, lo mismo que generan más de 3.000 vehículos en un año. De hecho, últimamente está renovando calderas de gas por otras de gas. Por otro lado, ya consume biocombustibles en varias instalaciones (17.460,00 MWh).
El consumo de otras administraciones públicas en la ciudad y el sector servicios alcanzaron los 191.518,03 MWh de gas natural, que emitieron 38.686,64 toneladas de CO2.
En cuanto a la calefacción residencial, los vallisoletanos consumen 2.039.667,01 MWh de gas natural; 1.441.031,10 de GLP; y 182.586,53 de gasóleo de calefacción, lo que supone la emisión de 795.832,56 toneladas de CO2.
Por su parte, la industria vallisoletana (sin incluir la integrada en el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE) consumió 1.551.183,13 MWh de gas natural, lo que supone la emisión de 313.338,99 toneladas de CO2.
En total, se consumen 5,45 millones de MWh en combustibles fósiles para generar la calefacción de Valladolid cada año, el equivalente a unos 553 millones de litros de gasóleo que hay que importar, y se emiten 1,15 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, equivalente a lo que producen cada año 768.000 coches.
Por todo esto, y siendo conscientes de que la ciudad sufre ya las consecuencias del cambio climático, Valladolid debería realizar el cambio hacia una transición ecológica a energías renovables en la calefacción de la ciudad. Se están dando pequeños pasos en la industria, en el sector residencial y con las nuevas redes de calor, pero a la vista de los datos mencionados, parece que es totalmente insuficiente.