Confortable, renovable, económica y ecológica.
Gracias al mayor consumo de biomasa en Europa, se está logrando mejorar la gestión forestal haciendo productiva parte de los recursos naturales infrautilizados desde la masificación del consumo de combustibles fósiles. La bioenergía se ha convertido en una herramienta eficaz que lucha contra el despoblamiento rural y el abandono de los bosques europeos. El nuevo uso de la biomasa como fuente de energía renovable, de forma confortable y más económica, está provocando sin ningún tipo de duda, la recuperación y mejora considerable del conjunto de los bosques europeos, a la vez que reduciendo el abandono de los mismos y, por consiguiente, el riesgo de incendios forestales.
La renovable más importante en Europa.
La bioenergía aportó el 10,5% del consumo final bruto de energía en Europa en 2016, dos tercios del total de la aportación de Energías Renovables. La razón es que es una solución óptima, de hecho, gracias al esfuerzo de miles de pymes, profesionales y consumidores, se ha doblado su contribución al Mix Energético Europeo. Específicamente, aportando el 17% de la calefacción en Europa, el 6% de la electricidad y el 7% del transporte en forma de biocarburantes.
En 2016, el consumo de biomasa en Europa equivalió a 116 millones de toneladas de petróleo, movilizando unos 56.000 millones de euros en las Economías Europeas. De acuerdo con las proyecciones de los diferentes Estados Miembros de la UE, para 2020 se espera un crecimiento del 21% en comparación con 2016.
La energía que más empleo genera en Europa.
En 2016, alrededor de 659.000 personas trabajaban directa e indirectamente en el sector de la bioenergía en la UE-28. Siendo la biomasa sólida la que genera más de la mitad de estos puestos de trabajo, ya que los diferentes procesos de la cadena de suministro de biomasa se realiza dentro de nuestros territorios, desde la recolección de las materias primas, hasta la producción final de la energía verde.
Fuentes: AVEBIOM y Bioenergy Europe Statistical Report 2018